Churros: Una delicia que no puede faltar en su visita a Barcelona
En Barcelona, pocas cosas evocan tanta calidez como un buen plato de churros recién hechos acompañados de un chocolate espeso y caliente, ¡con o sin nata recién hecha! Es una costumbre que atraviesa generaciones y que sigue siendo una de las delicias más buscadas por visitantes y locales, especialmente en los días frescos de otoño e invierno.
De tradición española a icono barcelonés
Los churros, con su masa ligera y crujiente, nacieron como un desayuno popular en España. Con el tiempo, se convirtieron en la pareja perfecta de un chocolate espeso, preparado con cacao de calidad. En Barcelona, esta tradición adquirió personalidad propia: desde las pequeñas churrerías de barrio hasta los cafés más históricos del centro, el ritual de mojar el churro en chocolate es ya parte del paisaje cultural de la ciudad. ¡Toda una delicia para su paladar!

Momentos y lugares perfectos para disfrutarlos cerca de nuestros Hoteles Continental
Aunque cualquier hora es buena, lo cierto es que los churros con chocolate saben mejor en un desayuno de domingo, en una merienda tras pasear por la Rambla o durante las fiestas navideñas, cuando el ambiente invita a compartir y disfrutar.
Muy cerca de nuestros hoteles, centro de la ciudad, encontrará lugares emblemáticos, como “granjas” centenarias en la calle Petritxol: La Pallaressa y Dulcinea, son nuestras dos preferidas: chocolate buenísimo, nata fresca hecha al momento y un lugar realmente auténtico que conserva la autenticidad y el encanto de siempre.
Más cerca del Hotel Continental Palacete, encontramos la granja “La Valenciana” con chocolate espectacular y, si no les quedan churros, pruebe los melindros o los fartones… totalmente inolvidable experiencia.

Una experiencia para los sentidos
El secreto está en la textura: churros dorados y crujientes, ligeramente espolvoreados con azúcar, que se sumergen en un chocolate denso y aromático. Para los más golosos, hay variantes irresistibles como los churros rellenos de crema o chocolate, y si los acompaña con nata montada, ¡aun más increíble!
Y es curioso que hacer churros es de lo más sencillo, sólo llevan agua, harina de trigo y una pizca de sal. El truco juntar la harina con el agua en la proporción adecuada y que el agua esté en el punto de ebullición para que la masa sea perfecta. ¡Luego se fríen en aceite y listo!
Un placer que une generaciones
Probar churros con chocolate en Barcelona no es solo satisfacer un antojo: es participar de una tradición compartida que conecta a familias, amigos y viajeros. Una costumbre sencilla que, taza a taza, mantiene viva la esencia de la ciudad.
¡Disfrutelos!